Si bien Francia es un país de vanguardia, a la hora de festejar la navidad y la llegada del Año Nuevo elige las tradiciones más arraigadas que se han transmitido a lo largo de las generaciones.
Así es como los mercadillos navideños, los conciertos en las iglesias y las cenas de navidad son parte de la idiosincrasia de estos días festivos.
La influencia germana en las regiones de Alsacia y Lorena ha dado lugar a la presencia de San Nicolás, que llega el 6 de diciembre con regalos para los niños. Sin embargo, el espíritu de la navidad se vive días antes a partir del 25 de noviembre, el día de Sainte Catherine. En París, en cambio, las tradiciones se alejan de la herencia germana y los niños esperan con ansias la llegad de Pére Nöel.
Si bien en el país el árbol de navidad es el adorno típico de las fiestas, en la región sur también arman un crêche, muy similar al belén que conocemos. En Provenza, también son comunes los santons o figuras de arcillas para adornar el pesebre mientras que en el Centro de Arte Vidriero de Meisenthal el árbol se adorna con frutas, tal y como se hacía en el siglo XIX.
Os contaba sobre los mercadillos, uno de los más famosos es el de Moirans-en-Montagne, la capital francesa del juguete. Entre el 13 y el 15 de diciembre el Parque Natural Regional de Haunt-Jura se viste de fiesta, transformándose en el bosque finlandés de Papá Noel. Allí se instala un mercadillo que ofrece juguetes, adornos, vino caliente y salchichas. Además hay animaciones y cuentos para niños.
Fuente: http://www.poreuropa.com/2008/12/10/la-navidad-en-francia/
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